Los más inteligentes “bloquean” la información tóxica
- Melnick, M. D
- 22 ene 2018
- 2 Min. de lectura

La inteligencia es una capacidad compleja, no implica únicamente ser capaces de procesar de manera rápida la información y mezclar ideas aparentemente inconexas para resolver problemas sino también ser lo suficientemente flexibles como para cambiar de rumbo cuando nos encontramos en un callejón sin salida e incluso tener un alto grado de autocontrol.
Sin embargo, investigadores de la Universidad de Rochester han descubierto que las personas más inteligentes tienen en común otra característica: ser capaces de bloquear o ignorar la información inútil. El cerebro de las personas que tienen un C.I. más elevado ignora de manera automática la información irrelevante.
Ser capaces de pasar por alto todo aquello que no merece la pena no solo nos permite procesar con mayor rapidez la información y mantenernos concentrados en nuestros objetivos sino que también es esencial para ser felices. De hecho, una de las claves del equilibrio emocional consiste precisamente en ser capaces de analizar los hechos en su justa medida, sin darles más importancia de la que tienen o merecen.
Por eso, las personas más felices comparten un rasgo en común: hacen oídos sordos a aquellas cosas que le dañan y que no aportan nada de valor. Estas personas bloquean:
- Las críticas destructivas, porque saben que ese tipo de opiniones dicen más sobre quien critica que sobre el criticado, siendo conscientes de que no les pueden aportar un valor añadido sino que a menudo su objetivo es precisamente causar daño.
- Las pequeñas frustraciones cotidianas, porque comprenden que un contratiempo no es motivo suficiente para arruinarles el día. Estas personas han aprendido a fluir, liberando rápidamente las emociones negativas que pueden generar los pequeños contratiempos y conflictos del día a día.
- Las personas tóxicas, porque saben que para que alguien les dañe, primero hay que darle el poder para hacerlo. Por tanto, las personas más inteligentes y felices no permiten que los demás descarguen sobre ellos sus miedos, frustraciones, enfados y ansiedades.
- El diálogo interior negativo, porque son conscientes de que a veces nosotros somos nuestro peor enemigo. Por eso, estas personas aprenden a dominar ese diálogo interior o, al menos, no permiten que les haga sentir mal o les impida perseguir sus sueños.
Fuente:
Melnick, M. D. et. Al. (2013) A Strong Interactive Link between Sensory Discriminations and Intelligence. Current Biology; 23(11): 1013-1017.
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