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10 VALORACIONES PROFESIONALES ERRONEAS



En nuestro camino profesional, las respuestas a las situaciones del día a día, tiene múltiples opciones de reflexión.A unos les va mal, a otros menos mal, a otros mejor y a otros digamos que por encima de toda estadística o lo que se esperaba. Este tema profesional, depende cada vez más de la preparación, del desarrollo de las habilidades humanas y de la visión de la Empresa en donde se trabaja ( para hacer crecer a su gente). Hay lugares, donde esta bien desarrollada la gestión del talento humano, que el colaborador, desde que ingresa, sabe cuál es su mapa de ruta, si cumple con las condiciones preestablecidas ( estudios, responsabilidad, indicadores, resultados, valores, otros). De otra forma y es la gran realidad latinoamericana, muchas de las Empresas y Lideres de las mismas, en la gran mayoría, Empresas Familiares, dejan un poco de lado, estas importantes herramientas, que en el marco de justicia y valoración a los factores o condiciones, antes mencionadas, pueden provocar un cambio positivo y lleno de intraemprendedores ( sentir la empresa como suya, innovando y creando soluciones), dentro de la organización, ya que la reacción natural de todo colaborador, valorado y con reglas claras, es naturalmente, la de adherirse a esa visión y misión, que le fue propuesta. Un ideal, más grande y acompañado, para lograr el desarrollo, de quien lo gestiona y quien es dueño de la gestión.

En el marco de este contexto, y luego de varias experiencias analizadas objetivamente por nuestros especialistas en la firma e investigaciones publicadas por gente que está involucrada en la materia, se resumen 10 valoraciones profesionales erróneas, que terminan diluyendo la mirada autentica del profesional, que es persona, por una mirada más consumista y llena de fantasías y actitudes inconsecuentes, que construyen muchas veces torres de babel, que cuando se desmoronan, pueden generar un gran impacto, que lapida las esperanzas profesionales y pone en riesgo a las Organizaciones. Describo a continuación:


1.- CREERME EL CARGO.- En algunos casos, tener un cargo o alcanzarlo, es un mérito, en otros depende del ¨Padrino¨ o si eres parte de la Familia dueña de la Empresa. No está mal, heredar el cargo, y menos aún alcanzarlo. Lo que sí está mal, es el no haberse preparado, en tiempos como estos, para Liderar lo que viene; una alta competencia, en un mundo, cada vez más globalizado, que requiere de profesionales, más versátiles, no solo en la gestión, si también en el manejo de la gente. El problema mayor, se da cuando la persona, que ejerce el cargo, se termina valorando por eso. Esta mirada, no da margen a lo que podría llegar a pasar, si en algún momento, dejas de tener ese cargo, ya que es tanto el poder, o decisión que alcanzas a tomar por tu cargo, que te crees exactamente eso y te olvidas de ti mismo(a) y de los demás. La pregunta que cabe aquí, para tu reflexión es: ¿Si hoy dejarás tu cargo, serías la misma persona? La siguiente pregunta inmediata es: ¿Qué tipo de personas eres?

2.- EL CONTROL DE TODO.- Existen muchos tipos de administrar una gestión y esto prácticamente, define el estilo profesional de la persona. Si quiere saber más sobre tu estilo y te interesa, puedes hacer dos cosas; una preguntarles a los demás y abrirte a ellos sin miedo, otra es evaluarte y que un experto te pueda ayudar a identificar tu potencial. Existen herramientas básicas, como por ejemplo el test de Cleaver o Método DISC, que es una prueba psicométrica, que define patrones casi afinados (porque se necesita saber interpretarlo) de estilos profesionales y personales, en la búsqueda de estas respuestas. Sin embargo lo usual o lo que más se repite es tener dos tipos de ejecutivos: El primero, que nunca quiere soltar el control. Este personaje, quiere estar enterado de todo, que le informen de todo. Cuando alguien le dice algo su trabajo, se pone un poco mal, porque necesita dar respuestas. El otro, o segundo es el gran delegador, este personaje, intenta llenarse de gente que hagan el trabajo por él o por ella, a tal punto de no tener que caer tanto en la operación. Cual escogerías, o serías tú?. Definitivamente lo mejor sería el punto medio, alguien que tiene el control, pero sabe también estar acompañado de un buen equipo, para lograr los resultados, multiplicar y sobre todo generar mayores oportunidades de desarrollo tanto para la Empresa, como también para el profesional, porque se enriquece de las oportunidades que se presentan al estar abiertos a nuevos conceptos, iniciativas y sobre todo de salir del estrés de ser un acaparador de todo, que termina explotando o desbordándose. Así mismo, lograr un equilibrio en la operación, que permita ver el bosque y no quedarnos solo en el árbol.

3.- OLVIDARSE DE LOS DETALLES.- Este punto es muy importante en el marco no solo profesional, sino también cultural, los detalles, no significan el solo hecho de regalarle algo a las personas que están a tu cargo, o aplicar el método trillado y además ineficiente, en cuanto a muestra de valores, como sacarlos a que se relajen con unas cervezas hasta perder (en algunos casos) el sentido. Los detalles profesionales van mucho más allá, buscan ser un encuentro, un puente entre el Líder y sus colaboradores, y empieza con estrategias tan simples, como el agradecimiento y el ¨por favor¨, pasando por el acercarte o llamarlo para darle la retroalimentación adecuada de su trabajo y motivarlo a más, hasta llegar a hacerlo un hábito. Un detalle, no es una ecuación compleja, es un acto sincero que nace de la gratitud y el compartir la carga y las responsabilidades.

4.-NO GENERAR RELACIONES AUTÉNTICAS.- Las relaciones profesionales son esenciales y además potenciadoras de crecimiento. Sin embargo, no debemos confundir las relaciones auténticas, con la persuasión y los adjetivos que terminan, tal vez, al inicio siendo útiles, pero que tarde o temprano, al carecer de valor, rompe o enfría, relaciones que pudieron ser más fuertes y efectivas en la búsqueda de metas y resultados, así como de alimentar la experiencia personal, de ser mejores y mostrarnos sin mascaras. Es usual, aunque suene duro, ver a muchos ejecutivos, que muestran una cara de sí mismos, y luego terminan viviendo o actuando de una forma totalmente distinta. Esto no tiene valor, al contrario genera ruptura, y crea en el profesional una falacia de su propia persona.

5.-SOY MÁS, PORQUE ESTUDIE MÁS.- Las cosas más profundas y hermosas de mi vida, las he aprendido de la gente más humilde y más sencilla. El estudiar, leer, innovar, crear, aumenta nuestro sentido y acción intelectual, eso es claro para todos, y es además una obligación profesional, el mantenernos actualizados y revisando las mejores prácticas en lo que hemos estudiado, sin embargo a tu perfil, le quita mucho valor, el hecho de no actuar con humildad o creerte más que el resto, por haber tenido oportunidades distintas que otros en el marco de estudios, o porque tu capacidad, te brindo la oportunidad de sobresalir en las calificaciones. He visto muchos casos de gente que brillante en lo profesional, pero pésima para relacionarse o lo contrario. Debemos buscar siempre la humildad, el valor de la autenticidad, de no ser más que nadie, sino que podemos mirar ese esfuerzo o regalo de las oportunidades, como una responsabilidad de compartir y ser mejores.

6.- TENGO MÁS EXPERIENCIA Y MÁS TIEMPO EN ESTO.- Esto es muy típico en organizaciones que tienen personal con mucho tiempo de gestión. No es para nada malo, la estabilidad laboral, al contrario, todos deberían tenerla y darla, en la medida de su responsabilidad. El problema está cuando una persona, lleva años haciendo lo mismo y no quiere abrirse a la posibilidad de nuevas experiencias, y se queda limitado en su mundo. Es verdad que la experiencia ayuda y mucho, para la consecución de resultados o para darnos cuenta con mayor rapidez de las cosas que son necesarias para cumplir los objetivos, pero también es verdad, que el valor de la tecnología, el liderazgo, el coaching, las buenas relaciones, las actualizaciones, las estrategias, entre otras cosas, nos ayudan reducir tiempos, aumentar productividad, pero ante todo, la apertura nos ayuda a crecer y no estancarnos. Debemos constantemente preguntarnos, como se puede hacer mejor? Y sobre todo: ¿Cómo puedo ser mejor?

7.- OLVIDARSE DE LA INTEGRIDAD.- Este es un punto medular, prácticamente transcendente, ante los diez puntos mencionados en este artículo. ¿Qué estamos dispuestos a enfrentar?, es la primera pregunta que debemos hacer, y ¿porque enfrentar?, pues muy fácil, la otras opciones serían: callar, tapar, no mirar, relativizar (minimizarlo), mirarlo desde mi propia moral creada, y no la natural y universal, que es esta marcada en la propia conciencia de la persona. Valorarse a sí mismo(a), te permite valorar a los demás y por tanto actuar con integridad. Recuerda siempre que no solo basta con parecer, hay que ser y si tus acciones, no concuerdan con tus palabras, tú liderazgo y valor profesional, se podría ver afectada. Este punto en un mundo tan agitado por la corrupción y las malas acciones en las profesiones, requiere de gente integra, que sea capaz de hacer las cosas bien y de ser parte del bien.

8.-NO ESCUCHAR.- Valorar tus acciones como únicas o las más acertadas, te encierra en el mundo del ego y la soberbia. El poder ciega y el cargo a veces nos pone una coraza en los oídos que no nos permite escuchar. En algunos casos con mayor esfuerzo, escuchamos selectivamente y en la mayoría de los casos, si no aporta a mi mundo, entra por un oído y sale por el otro. El valor de la escucha activa, nos enseña a ser más finos y a entender no solo el lenguaje verbal, sino también el ¨no verbal¨, que hoy en día es cada vez más valorado, porque estamos en un mundo donde la tecnología prima, no es raro ver a dos compañeros de puesto, frente a frente, enviándose un mensaje por el teléfono, en vez de dialogar o transmitir con palabras lo que quiere decir. En una dinámica como esta, cada vez más ¨millenial¨ el escuchar en los verbal y lo no verbal, se vuelve importante para lograr avanzar y es un valor que nos da la oportunidad de estar un paso adelante, inclusive del que va a emitir una repuesta. Eso sí, es importante no emitir juicios, ni crear etiquetas, porque entonces, serían los lideres, los expertos de la interpretación y no es eso lo que se busca, sino la apertura a la comunicación libre y de puertas abiertas.

9. LA AUTORREFERENCIA.- En este punto, la valoración está dada, por creer que todo es gracias a mí. Que las cosas en las que participa la organización y los logros dados, han sido gracias a mí. Esto es peligroso y muy dañino, ya que el líder adopta una postura de intocable y referente (desde su análisis) para todas las cosas, prácticamente piensa que debe ser consultado en todo y cada vez que se habla de algo, él lo sabe todo y la ha hecho todo. Esta forma de actuar, termina menospreciando el valor de los otros que participan en la gestión y promueve en el profesional, que lo tiene o lo aplica, una especie de ceguera, que no lo deja apreciar la importancia del equipo, y los resultados que juntos han obtenido. Así mismo, termina siendo malo para la organización, porque son personas que acaparan mucha información y se vuelven egoístas, no dejan crecer a los demás y acaparan toda la atención hacia ellos. Esto pasa, también cuando en la cultura o la identidad organizacional, no promueven el valor del equipo, y se resalta el individualismo, generando divisiones y resentimientos.

10.- YO MANDO AQUÍ.- Hazlo así y no me discutas, yo sé lo que te digo…Yo soy el experto y no necesito de tu opinión… Quien te ha dicho, que puedes opinar….No necesitamos que piensen, se les paga por hacer. Tantas y tantas expresiones como estas, que terminan siendo las más corrosivas en los ambientes laborales. El valor de la persona se pierde en su ego, y aunque no se da cuenta, se menosprecia, porque quien bloquea, es porque oculta. Cuando una persona, bloquea a otras de formas, tan duras como estas, no siempre es porque sabe, en algunos casos, es porque tiene algo en el medio (ignorancia, limitaciones, otros) que no le permiten mostrarse como es. Estas acciones, terminan convirtiéndose en patologías como la ira, o la depresión, que puede afectar a quien lo emite y a quien lo recibe. El valor del hacer, esta principalmente en el ser. Quien se preocupa por ser mejor persona, naturalmente será siempre mejor profesional.


Referencias o fuentes de apoyo:

  • Inteligencia Social, de Daniel Goleman

  • Libro Focus, Daniel Goleman

  • Teoría de la Autorreferencia Mediática, Alejandro Barranquero

  • The Leader in Me, Stephen covey

  • Centro de Desarrollo de Habilidades de BonumPraxis International

Autor: Francisco García Garaicoa (Twitter: @garciagaraicoa, Facebook: @franciscogarciagaraicoa, Linkedin)

Ingeniero Industrial, Master en Dirección de Personas y Liderazgo, Postgrado en Business Coaching, Postgrado en Dirección Estratégica, Candidato al Doctorado de Business Administration ( Liderazgo Organizacional), Miembro del Directorio de la Cámara de la Pequeña Industria del Guayas, Director General Adjunto para Fundación Acción Solidaria, Director Regional para BonumPraxis International, Articulísta para la revista Criterios de la Cámara de Comercio de Quito, y otros medios. Catedrático, Emprendedor y Consultor.


 
 
 

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