Elecciones 2021 en Ecuador. Vota por la Persona que mejor conoces.
- Centro de Servicio al Cliente
- 5 feb 2021
- 6 Min. de lectura

Los ecuatorianos llevamos años esperando que exista una persona leal, honesta, transparente, con reales intenciones de servicio y calidad humana; una persona capaz, fiel a sus principios y a los valores que nos permiten cada día ver a nuestros hijos con rostros transparentes. Esperamos una persona con una visión que sea compartida por la mayoría de los ecuatorianos, que nos permita empoderarnos de tal manera que junto a esa persona podamos dirigir nuestro País y sentir que somos reales forjadores de nuestro destino. Queremos una persona que sea capaz de gestionar un cambio desde la raíz de nuestro país, una vez que llegue al cargo de la Presidencia de la Republica. Una persona con dignidad y amor por su Patria y su Prójimo. Las preguntas son muchas y vamos a tratar de analizarlas y de contestarlas con la intención de que muchas personas puedan leer estas líneas, que no pretenden ser un noticiero de las promesas de sus campañas o un cuerpo colegiado investigador de sus propuestas, lo que pretende es buscar el candidato ideal que necesita nuestro País para salir adelante.
En el libro de Leslie Greenberg, un científico de la Universidad de York en Cánada, podemos encontrar teorías e investigaciones que nos hablan de las emociones básicas, de hecho el libro se llama Emociones, una guía interna; y puede ilustrarnos mucho sobre lo que pasa en los momentos de las elecciones en nuestro País. Otro libro que nos ayuda mucho es el del Cerebro y la Inteligencia Emocional, los nuevos descubrimientos que hace Daniel Goleman, PhD de la Universidad de Harvard e investigador privado y del New York Times. Podríamos hablar mucho sobre este tema, pero lo voy a resumir en 4 lineamientos: El acontecimiento, el pensamiento, la emoción y la acción. A los Ecuatorianos durante muchos años se nos ha negado el derecho a una educación avanzada, técnica, de investigación, de lectura, de tecnología, de desarrollo de competencias personales, que nos permitan impulsar la gran capacidad que tenemos para hacer cosas y para lograrlas cuando nos lo proponemos.
Nos hemos dejado llevar por las emociones, por ese acontecimiento que ha generado una emoción y a su vez un pensamiento que ha terminado lamentablemente, en muchos de los casos, con la sensación de haber tomado una mala decisión. Los resultados de las malas decisiones, están a la vista: una educación deficiente y limitada, una deuda externa e interna que va camino al desborde, un País que crea leyes para proteger a los corruptos (que por cierto muchos de ellos ya no están o desaparecen por arte de magia, porque se enteran primero que los mismos policías o noticieros que van a ser aprehendidos) un País donde el respeto a la libertad es coartada, donde el progreso se mide con dádivas de camisetas o bonos mensuales que ni alcanzan, ni solucionan nada, un País donde no vemos niños leyendo, donde cada día tenemos más inseguridad y donde siempre los mismos aparecen cada 4 años para pedir un voto; luego de eso a muchos de ellos, ya que no puedo generalizar, no los vuelves a ver.
¿Cómo es posible que viendo tanta necesidad, se pueda actuar así? ¿Cómo es posible que aún en el 2021 existan personas así?, de esas que parecen que no les corre sangre por el rostro y menos por el corazón, que lo que nos muestran son máscaras hechas de mentiras y donde su interés primordial es que siga existiendo ese País de las dádivas; donde se trata a las personas como animales, para que permanezcan en el lugar donde los queremos todo el tiempo, encerrados para que no piensen, no analicen, no interpreten y así poder aprovecharse de los Ciudadanos de una nación tan rica como la nuestra. Cómo es posible que Israel, un País con un poco más de nueve millones de habitantes, tenga un Nación tan instruida, con la tasa más alta de premios Nobel per cápita en el Mundo, un país con tierras áridas y desiertos y desde esas limitaciones son capaces de tener, todo lo que muchas veces a nosotros nos falta, en un País donde nos sobra todo en recursos naturales. Somos un País bendecido por Dios, pero azotado, torturado, acosado y castigado por los antivalores de personas sin escrúpulos que hacen daño día a día a su prójimo, a sus familias, a su Patria, por eso es que muchas veces los buenos no participan de política, porque no quieren involucrarse en un mundo donde existe más lodo que agua pura, o donde hay más oscuridad que luz. Todo Ecuatoriano debería sentirse orgulloso de ser representante de su pueblo ante una dignidad política, porque principalmente son llamados a servir, pero no es lo que nos pasa, esto se ha convertido en el espacio de la oportunidad para impulsar intereses propios y egoístas y de ser posible permanecer en el mismo lugar sin formar a nadie para existan nuevas alternativas.
Ante todo lo expuesto en este artículo, la pregunta clave es: ¿Por quién debemos votar? Y la respuesta a esa pregunta es, vota por la persona más honesta que conoces, vota por ti, porque Ecuador necesita que la gente honesta siga adelante, se tú misma o tú mismo el Presidente de este País, se el Presidente de tu Familia, de tu círculo más cercano, tus amigos, tu trabajo, desde donde con tus buenas acciones vas a poder influir positivamente sobre tu vida y la de los demás, vota por Líderes con propósito, por personas como tú, que esperan mejores días, que trabajan honestamente e impulsan este País para salir adelante. Este es el tipo de personas que necesitamos, ese es el candidato que necesitamos. No se trata de una persona, se trata de muchas personas, de la suma de los valores y de los principios, de la suma de las culturas que construyen y no destruyen, de esa persona que empieza por cosas ordinarias que se terminan convirtiendo en extraordinarias, cosas tan sencillas como saludar a tu vecino, sacar la basura, leer, estudiar, prepararte, tener tiempo para tus hijos, para tu familia, transmitirles cosas y pensamientos que agreguen valor a sus vidas y sobre todo y a pesar de todo, sabiendo que hay un Dios que todo lo ve y que al final de nuestra vida, vamos a ir a darle cuentas, porque la vida se resume a eso, a la esperanza de haber hecho lo mejor posible, por más pequeño que esto haya sido, y habremos logrado cosas extraordinarias, porque habremos sido el Presidente que se negó a la corrupción, que se negó a ensuciarse las manos con el dinero o la sangre de otros, el Presidente que invirtió todo su tiempo y su dinero en lo que más amó, su familia, su prójimo.
He pasado muchos años de mi vida sirviendo a los demás, desde donde me ha tocado estar como alfabetizador, como catequista, como profesor, como director, he pasado por situaciones difíciles y ante la pandemia es muy posible que me toque dejar mi amado País, como muchas personas que ante las necesidades o ante las adversidades, tuvieron que migrar y buscar nuevos días para los suyos y que hoy se han convertido en una fuente importante de ingresos para Ecuador, porque lamentablemente no pudieron hacer en su País lo que hubieran querido hacer, un País que con todo lo que tiene, destruye el empleo, limita las edades, limita los servicios, les quita a unos para darles a otros sabiendo que eso no funciona para nada, pues la riqueza para ser distribuida, primero tiene que ser creada, y no se distribuye quitando, se distribuye generando oportunidades y abriendo todas las puertas posibles desde el marco de la ley y la ética para hacer las cosas de forma honesta y no saltándose a unos y a otros.
Mientras nuestro País siga siendo el País de los padrinos, de los amarres, de los caminos fáciles, no podremos divisar el horizonte de la prosperidad, la paz y la tranquilidad. Busca seguir haciendo Patria desde donde te toca hacerlo, busca seguir haciendo que las cosas pasen día a día y no pongas tus anhelos, tus intenciones y esperanzas en quienes ya muchas veces la han traicionado, pon tus anhelos en personas como tú, esos hombres y esas mujeres que no deben dejarse llevar por la emoción, sino por la acción. Ser parte de la solución, no es quedarse callado, ser parte de la solución es actuar desde donde te corresponde, desde el lugar donde Dios te ha puesto y hacerlo con entereza, con templanza, con hidalguía, pues la vida no es más fácil y lo es aún menos en las circunstancias que describimos. Recuerda que por más pequeño que sea tu trabajo o tu aporte, por más ordinario que parezca, hecho como amor y con valor, para Dios es extraordinario y podrás volver a tu casa y ver a tus hijos a sus ojos; esos hijos que son hijos de la Patria, con la esperanza de días mejores para ellos, pero sobre todo con el rostro noble; y así, cuando mires hacia atrás, no tendrás nada de que arrepentirte, pues lo entregaste todo, ayudaste a todo el que pudiste y habrás sido el Presidente que el Ecuador necesitó. Hagamos lo correcto, busquemos lo correcto, donde estés, tú siempre serás lo más maravilloso de la creación y en cuanto aprovechaste los dones que Dios te ha dado para el servicio de los demás, habrás aprovechado tu vida y habrás encontrado tu identidad y misión. Seamos los Presidentes con propósito que cambian vidas y crean oportunidades que agregan valor a nuestras Familias, a la Patria, a la Humanidad.
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